Si alguna vez alguien me preguntara “¿qué es el rock?”, creo que la respuesta más certera que podría darle sería: “es la música que hacen los AC/DC”. Y es que la banda australiana ha pasado los últimos cuarenta años haciendo eso, rock and roll en estado puro, sin aditivos, sin concesiones, sin doblegarse a las modas, un rock heredado directamente de los fundadores del género, especialmente de Chuck Berry.

“Cuando estoy en el escenario el salvaje en mi se libera, es como volver a ser un hombre de las cavernas”

La fórmula parece sencilla: dos guitarras eléctricas escupiendo riffs sobre una base rítmica sólida como una roca y una voz que canta a pleno pulmón letras que hablan de sexo, drogas y rock and roll… Pero lo cierto es que a pesar de la aparente sencillez de su música, nadie ha sido capaz de igualar su éxito. Y durante todo este tiempo que la banda ha estado activa, su máxima estrella ha sido su guitarrista solista: un tipo pequeño, disfrazado de colegial que no para de moverse en el escenario. ¿Qué por qué es la estrella?… mira un concierto de AC/DC y entenderás por qué Angus Young es el centro de todas las miradas.

Angus Mckinnon Young nació en Glasgow, Escocia, el 31 de marzo de 1955, fue el pequeño de ocho hermanos. Se mudó a Sydney, Australia, en 1963 y allí creció aprendiendo a tocar la guitarra bajo la tutela de sus hermanos Malcom y George (que formaría parte de The Easybeats, uno de los grupos de más éxito en Australia por aquella época).

Cuando sólo tenía 18 años, y después de haber tocado en algún que otro grupo de la escena local, Angus forma junto a su hermano mayor Malcom, el que sería uno de los grupos de rock más exitosos de todos los tiempos: AC/DC. Con los hermanos Young a las guitarras, Phill Rudd a la batería, Mark Evans al bajo y Dave Evans como cantante. Ya en estos primeros conciertos en la escena local, Angus probó a disfrazarse de diversos personajes para llamar la atención y hacer una puesta en escena algo más innovadora: Spiderman, Supermán, un gorila… pero fue el disfraz de colegial el que se quedaría para siempre y acabaría siendo el elemento más característico de la banda y todo un símbolo del rock.

Apenas un año después de la formación del grupo, entraría en escena una figura capital en el ascenso de AC/DC al estrellato, el genial Bon Scott, que sustituyó a Dave Evans como cantante. Con Bon Scott al frente, grabaron en 1974 su primer disco High Voltage (producido por su hermano George), que supuso un éxito a nivel nacional. Desde entonces la banda no hizo más que crecer y agrandar su lista de éxitos y su legión de seguidores.

Portada Daily Mirror muerte Bon Scott
Portada Daily Mirror muerte Bon Scott

Con el disco T.N.T. se convirtieron en la banda de rock más importante de Australia. En el 76 llegó el asalto a Europa con Dirty Deeds Done Dirt Cheap, a los que siguieron los fantásticos Let There Be Rock y Powerage, que no hicieron más que aumentar la fama y el éxito de la banda, que llegó de forma masiva con su siguiente disco, todo un clásico de la historia del rock: Highway To Hell, con el que entraron de lleno en el gran mercado norteamericano y del que vendieron 15 millones de copias.

La muerte de Bon Scott

Pero cuando estaban en su mejor momento, recibieron un golpe casi mortal: el fallecimiento de su carismático cantante Bon Scott. Aunque bien podría haber sido el final de la banda, los hermanos Young decidieron seguir adelante, contrataron a Brian Johnson para sustituir a Scott y grabaron otro disco capital: Back in Black, del que se calcula que se han vendido nada más y nada menos que 36 millones de copias (uno de los diez discos más vendidos de la historia) y que los posicionó definitivamente en el Olimpo de los dioses del rock.

Los siguientes años trajeron nuevos éxitos y ventas millonarias (For Those About To Rock, de 1981, vendió ocho millones de copias), pero a pesar de su brutal éxito en el mercado discográfico (se calcula que han vendido unos 200 millones de discos hasta la fecha), el medio natural de los AC/DC siempre ha sido el escenario, el directo, y ahí Angus ha sido el verdadero rey.

Todos los que hemos visto alguna vez un concierto de AC/DC no nos podemos quitar de la cabeza la imagen de Angus sobre el escenario, corriendo, sudando, moviendo la melena alocadamente arriba y abajo, pero siempre sin dejar de tocar impecablemente su Gibson SG. Y es que Angus es un verdadero showman, comparable a Mick Jagger o a James Brown, algo insólito para un guitarra solista.

Su show  incluye toda una serie de elementos que ha ido perfeccionando con los años y que se han ido convirtiendo en “clásicos” de los conciertos de AC/DC: carreras, saltos, revolcones, el “paso del pato” (heredado directamente de Chuck Berry pero al que Angus le ha dado una dosis extra de energía), su típico striptease, un largo paseo entre el público sin dejar de tocar la guitarra (en sus primeros años a hombros de pipas y de Bon Scott), o su juego de pregunta – respuesta con el público. A todo esto debemos de añadirle los espasmódicos y salvajes movimientos de todo el cuerpo que parece no ser capaz de controlar durante todo el concierto y su extraña capacidad de sudar a chorros, que hace que la mayor parte del show lo pase completamente empapado.

A pesar del paso de los años, la fama, y las ventas millonarias, tanto la banda como Angus se han mantenido fieles a su estilo: el mismo hard rock guitarrero, el mismo disfraz, el mismo modelo de guitarra, de amplificador… Y fuera de los escenarios Angus ha seguido siendo un tipo tranquilo, aficionado a la pintura y a los cigarrillos, pero lejos de drogas, alcohol y escándalos típicos de una superestrella del rock.

De Brian Johnson a Axl Rose

Los últimos años no han sido fáciles para Angus. Ha visto como su banda se desmoronaba poco a poco con la salida por distintos motivos de todos sus miembros clave, incluidos el cantante Brian Johnson (que increíblemente fue sustituido en algunos shows por Axl Rose) y el verdadero “alma mater” de la banda, su hermano Malcom Young, ambos por problemas de salud. Se le ha criticado duramente por seguir adelante con una banda que ha perdido completamente su esencia y que casi se ha convertido en una banda tributo de sí misma. Tal vez, sea la reciente muerte de Malcom el golpe definitivo que haga que AC/DC apague para siempre los motores. Sea como sea, lo cierto es que siempre serán recordados como una de las bandas más grandes de la historia del rock, y a Angus como su máxima estrella.





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