La carrera de David Bowie se podría calificar de muchas formas diferentes, pero probablemente lo más acertado sería decir que fue única e irrepetible. Por muchos motivos, pero principalmente por que no ha habido ningún otro artista o grupo que haya tenido una carrera lejanamente parecida a la suya. Veamos…

“Creo que un artista debe ser siempre fiel a los dictados de su corazón”

David Robert Jones nació el 8 de enero de 1947 en Londres. Siendo adolescente despertó su interés por la música, especialmente después de descubrir a Little Richard. Formó su primera banda a los quince años, The Kon-Rads, en la que tocaba el saxo. Tras varias audiciones fallidas dejó plantados a sus colegas para formar parte de The King Bees, en la que ocupaba el puesto de cantante y con los que grabó un single para Decca que fue un desastre. Poco después abandonó el proyecto para enrolarse en The Manish Boys, con los que editó un single que supuso un nuevo fracaso. Su siguiente banda fue The Lower Third, cuyo single corrió la misma suerte que los anteriores trabajos del joven David Jones, que en esta época cambió su nombre artístico por el de David Bowie. Un nuevo movimiento lo llevó al grupo The Buzz pero la formación duró poco tiempo. Su primera gran oportunidad como artista en solitario llegó de la mano de Decca, pero el disco David Bowie, publicado en junio de 1967 pasó sin pena ni gloria y no entró en las listas de éxitos. Este nuevo y frustrante revés en su carrera estuvo cerca de ser definitivo.

Travesía por el desierto: mimo, folk y una odisea espacial

La considerable lista de fracasos que atesoraba Bowie por aquel entonces lo llevaron a explorar nuevos territorios: estudió mimo, teatro y danza, abrazó el movimiento hippie y el folk acústico y probó nuevas formas de componer e interpretar su música. En este momento de metamorfosis compuso una canción que sería crucial en su carrera.

Efectivamente, el tema Space Oddity le abrió nuevamente las puertas de la industria musical y esta vez si, llegó el éxito. Lanzada como single en julio del 69 alcanzó el puesto n.º 4 en las listas británicas y supuso el verdadero inicio de su carrera. El álbum que siguió al single, titulado David Bowie, estaba formado por buenas canciones de folk con tintes vanguardistas, pero pronto calló en el olvido. Lo mismo le sucedería a su siguiente trabajo, The Man Who Sold The World (1970), un álbum más eléctrico y enérgico lleno de grandes canciones en el que contaría con la inestimable colaboración de dos músicos que serían fundamentales en su carrera: el bajista y productor Tony Visconti y el guitarrista Mick Ronson. Una serie de escandalosas entrevistas sobre su supuesta homosexualidad le concedieron cierta fama, pero no consiguieron que sus ventas aumentaran.

David Bowie Hunky Dory portada
Portada de «Hunky Dory»

Para entonces Bowie ya se había convertido en un gran compositor y muestra de ello fue su siguiente disco, Hunky Dory (1971), un álbum repleto de joyas pop-rock y una obra maestra atemporal como Life On Mars? Pero lo cierto es que a pesar de la calidad del disco, obtuvo unas ventas insignificantes y Bowie no consiguió quitarse la etiqueta de “estrella de un solo éxito”.

Llega Ziggy Stardust

Su siguiente maniobra daría un giro completo a su carrera y supondría un autentico terremoto en el mundo del rock. Bowie hizo valer su experiencia en el teatro para crear su propio personaje que a partir de entonces interpretaría su música, el rockero extraterrestre Ziggy Stardust. Con este concepto revolucionario nacería uno de los discos más importantes de la historia del rock: The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars (1972). Impulsado por el éxito del single Starman y su legendaria actuación en el programa Top of the Pops, supuso el ascenso definitivo de Bowie al estrellato, vendió más de siete millones de copias y definió lo que se conocería como «Glam Rock«. Una impresionante colección de canciones rock que supuso el inicio de una etapa (1972-1977) que en cuanto a variedad, innovación e influencia, solo es comparable a The Beatles.

https://youtu.be/mYtRp9UNx8Y

El éxito de este disco y el culto que se creo en torno a la figura de Bowie arrastró a sus anteriores trabajos, así Hunky Dory escaló en las listas hasta el puesto n.º 3 y durante los siguientes años, debido a la gran demanda de nuevo material se reeditaron sus primeros discos y sencillos que obtuvieron el éxito que no habían alcanzado en el momento de su publicación.

portada-Diamond-DogsTras una triunfal gira por Inglaterra, Ziggy se lanzó a la conquista de Estados Unidos y en este contexto se grabó Aladdin Sane (1973) que alcanzó el n.º 1 en Inglaterra. En octubre de ese mismo año publicaría Pin Ups, una desafortunada colección de versiones que a pesar de su intrascendencia alcanzó casi por inercia el nº1 en Inglaterra. En 1974 llegó otro fantástico disco, Diamond Dogs, que de nuevo escaló hasta lo más alto de las listas en su tierra natal.

Nuevo salto al vacío

En 1975 la carrera de Bowie dio un nuevo giro y tanto su aspecto como su música cambiaron radicalmente. Con el extraordinario Young Americans, Bowie se sumergió en el soul y consiguió su primer nº1 en Estados Unidos con la canción Fame, coescrita con John Lennon.

Station to Station (1976) trajó un nuevo personaje, The Thin White Duke, el extraterrestre que Bowie interpretó en la película “El hombre que vino de las estrellas”. El disco se movía entre el soul y el funk de su anterior trabajo y la música electrónica de sus siguientes discos.

En 1976 se trasladó a Berlín y vivió una de sus etapas más prolíficas. Entre el 76 y el 79 coescribió y produjo los dos primeros y exitosos discos de la carrera en solitario de Iggy Pop, The Idiot y Lust For Life (ambos de 1977) y grabó lo que se conocería como la trilogía de Berlín: Low (1977), Heroes (1977) y Lodger (1979). Minimalistas, influidos por la música electrónica alemana y especialmente por su nuevo colaborador Brian Eno, supuso una nueva sorpresa para sus seguidores y en contra de los pronósticos de la prensa un nuevo éxito en su carrera.

Los años 80 y 90

Los 80 trajeron nuevos éxitos: el tema Ashes to Ashes del disco Scary Monsters (And Super Creeps) (1980) alcanzó el nº1 en Inglaterra, así como el tema Under Pressure (1981) que grabó en colaboración con Queen. En 1983 vio la luz su disco más rentable, Let’s Dance, del que se vendieron casi 10 millones de copias. Tanto el disco como el single (de mismo título) alcanzaron nuevamente el n.º1. Tonight (1984) también estaba enfocado al baile, también fue número uno y también obtuvo unas ventas millonarias: 2,5 millones de copias. Bowie cerró la década con el flojo Never Let Me Down (1987), más enfocado al rock y la electrónica.

En 1989 Bowie abandonó su carrera en solitario para pasar a ser uno más en el grupo de hard rock Tin Machine. Pero tras el relativo poco éxito de sus dos discos Tin Machine (1989) y Tin Machine II (1991) y de sus giras, retomó su carrera en solitario: Black Tie White Noise (1993), con su rock electrónico alcanzó el nº1 de álbumes, The Buddha Of Suburbia (1993), Outside (1995), Earthing (1997) y Hours… (1999) exploraron nuevos territorios musicales y fueron éxitos comerciales.

El nuevo milenio y su última gran maniobra.

Con el inicio del nuevo milenio Bowie grabó dos nuevos discos Heathen (2002) y Reality (2003) con sus consiguientes giras mundiales de presentación antes de iniciar un retiro de casi diez años en los que no publicó nuevo material ni salió de gira. The Next Day (2013), rompería su largo silencio y alcanzaría una vez más el nº1 de álbumes en Inglaterra.

En 2014 fue diagnosticado de cáncer, pero a pesar de su enfermedad, grabó el que sería su último disco. Blackstar se editó el 8 de enero de 2016, coincidiendo con su 69 cumpleaños, y como si de un gran acto publicitario final se tratara, Bowie murió dos días después. El álbum alcanzó el nº1 en prácticamente todo el mundo, incluyendo Estados Unidos, por primera vez en su carrera.

Lo dicho… único e irrepetible.





Leyendas Ilustradas del Rock Noticias