El 20 de octubre tuvo lugar una cita peculiar. Tres bandas, dos gallegas y una llegada de Tarragona, se reunían en la Sala Transylvania para dar un variopinto concierto que comenzó poco más tarde de las nueve y media de la noche.

Aquelarre 7
Icko, de Aquelarre

Comenzamos con un grupo de seis: AQUELARRE. Vigueses, power metal, dos discos en el mercado y un tercero en proceso. Durante su pase dio tiempo de recordar viejas glorias, entonar las más recientes e incluso saborear alguna nueva. Sonaron los primeros acordes de Sangre y dolor y se sintió ya el primer zarpazo de energía. Pudimos escuchar desde baladas (Parte de ti) hasta un guiño a nuestra tierra, Galicia, con su Muiñeira. Icko, como siempre, sorprendía con su voz de amplio registro tanto en rango como estilos. Se les vio cómodos en el escenario y el colegueo que se traen es contagioso, hacia la mitad de su actuación ya se veía al público disfrutar como si fuesen las últimas canciones de la noche.

Prima Nocte 1
Pilar, de Prima Nocte

Tras habernos abierto el apetito llegó el turno de PRIMA NOCTE, una banda de Cambados, que además nos presentaron su último disco casi recién salido del horno. ONIRIC, nacido oficialmente el pasado 5 de octubre, sonó por todo el pub con esplendor. De estilo un poco más oscuro que los anteriores, su vocalista Pilar brilló con luz propia y en un precioso gesto dedicó el concierto a su madre, presente entre los oyentes. Los guerreros que la acompañaban tampoco se quedaron atrás, intimidando tanto con sus pinturas faciales como con su presencia al inicio del pase. Las melodías se sucedieron una tras otra, iniciando con Lucid hasta la última Unleashed, pasando por una oda a los que ya no están y que constituye el single de su último álbum, Embrace Your Soul.

Ya para finalizar llegaban los cabeza de cartel, ANKOR, desde la lejana Cataluña. Su rock alternativo comenzó a abrirse paso con Lost Soul, una de las canciones de BEYOND THE SILENCE OF THESE YEARS, su último álbum. De aquí también sonarían temas como The Monster I Am o Love Is Not Forever. Pocos bolos se ven como los de estos cuatro, que tan pronto te recitan una balada como se marcan un rap de la cabeza a los pies. Sobre el escenario son brutales, pese a lo mucho que se mueve y salta la voz de su vocalista nunca flaquea y resulta sorprendente que uno de sus guitarristas siga con la espalda entera. El bajo, aunque se encuentre ausente en esta formación, tampoco se echó en falta. Son autenticidad en estado puro, se nota que su música les sale de dentro sin importar las etiquetas.

Definitivamente fue una velada variopinta pero no por ello de baja calidad. Haber podido disfrutar de grupos tan distintos y versátiles, cada uno a su manera, ha sido todo un placer. Ahora, como siempre, queda esperar y ver qué otras sorpresas tendrán para nosotros en el futuro. Mientras, seguro que más de una vez nos cruzaremos con alguno de ellos en futuras fechas.

AQUELARRE

PRIMA NOCTE

ANKOR





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