El guitarrista y cantante de Opeth señaló en una entrevista que la banda misma es la que tiene el control de su dirección musical y no sus fans.

En una entrevista en The Metal Review, Mikael Akerfeldt contaba: «Recuerdo que una vez en Suecia un borracho se me acercó y me espetó » Que mi**** estás haciendo? Tienes tanto talento, tenías la mejor voz para ello y ahora haces esta basura?!».

«Y yo le respondí: Bueno, sentía que no podía componer nada bueno en ese estilo de momento, no me salía nada interesante». Él se quedó mirandome unos 10 segundos y me dijo: «Pero por qué ya no hacéis mierda pesada?»

Mikael continúa: «A los fans les cuesta entender que no están al mando de la banda y que quizás no saben lo que es mejor para ella».

«A nivel comercial, si quisiésemos evitar cualquier tipo de enfrentamiento, haríamos la música que creemos que los fans querrían escuchar. Blackwater Park y Ghost Reveries surgieron bajo ese propósito y así es como seguimos queriendo continuar».

«No somos una corporación, no tratamos al grupo como a una máquina de generar dinero o como plan para dominar el mundo. No somos hombres de negocios, somos músicos y artistas, de los interesados de verdad en la música».

Y es posible que el grupo experimente todavía más, tal y como asegura su frontman: «No quiero asustar aún más a la gente, pero claramente hay estilos de música que adoro pero no he abordado todavía».

 





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