Para mucha gente, el metal es ruido. Para otros muchos, el que escucha heavy metal debe tener necesariamente pelo largo, vestir de negro, etc etc. Lejos de todos estos estereotipos, la ciencia acaba de dar un paso más a favor de todos aquellos que disfrutan escuchando este estilo musical.

La Universidad de Queensland ha publicado un artículo en el que rebaten la relación entre música agresiva y tendencias delictivas. De hecho, la doctora en psicología Genevieve Dingle, apunta que este estilo de música es tan calmante «como el de un abrazo».

Para el estudio se han basado en las reacciones de 39 aficionados a este género musical de entre 18 y 14 años, concluyendo que «ayuda a procesar la ira y regula la tristeza». Y aún va más allá, «cuando están enfadados, a los fans de la música extrema les gusta escuchar música que pueda igualar esa ira». Los sujetos estudiados bajaron sus niveles de hostilidad y estrés después de escuchar este tipo de música.

Durante 16 minutos fueron sometidos a inducción de ira, donde les pidieron que hablase de qué cosas les molestaban. Posteriormente, escuchaban música a su elección durante diez minutos y luego se pasaban otros diez callados. Se utilizaron géneros como metal, hardcore, punk o screamo. En definitiva, si estás estresado, un poquito de metal hará que bajes de revoluciones.





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