Ya os aviso antes de empezar. No puedo escribir esta crónica objetivamente por dos motivos. El primero, porque soy fan de Steve Vai. El segundo, porque quiero contar lo que viví. La primera vez que fui a ver a VAI fue en Barcelona. Después en dos ocasiones en Oporto, la penúltima en Santiago en la Sala Capitol y la última, esta de Vigo.

Fotografias Steve Vai Auditorio Mar de Vigo 2En estos cinco conciertos Steve Vai llevó diferentes músicos y en todos ofreció siempre una experiencia única. Grandes artistas como Tony MacAlpine, Billy Sheehan, Marco Minnemann, Bryan Beller, Mike Keneally, la violinista Ann Marie Calhoun o la arpista Deborah Henson han pasado por su banda. Y, aunque el sonido del concierto del pasado lunes 25 de julio en el Auditorio Mar de Vigo no fuera el mejor de los cinco –probablemente el de A Casa da Música de Oporto se lleve el premio en cuanto al sonido–, sí fue uno de sus conciertos que más me han emocionado y llenado como fan.

El concierto comenzó con unos 15 minutos de retraso, momento en que la pantalla que colgaba de la parte posterior del escenario, se encendía para mostrar una de las escenas míticas de la película ‘Crossroads’. Ésa fue la primera muestra de que aquello iba a ser muy especial. Y a partir de ahí, lo que ofreció el ‘Little Italian Virtuoso’ –así lo llamaba Frank Zappa–, respaldado por el sólido bajo de Philip Bynoe, la brutal pegada de Jeremy Colson a la batería y un discreto pero siempre impecable Dave Weiner en la guitarra, fue grandioso.

El sonido pesado y heavy de Bad Horsie daba inicio al show. Después VAI atacó con Gravity Storm, del disco The Story of Light y entonces llegó uno de los momentos de la noche. Ya lo había vivido antes, con las primeras notas de teclado susurrando esa plegaria, y ahí, es inevitable… los pelos de punta con Whispering a Prayer. Al finalizar el tema, las 1.400 personas que estábamos en el auditorio nos quedamos en pie aplaudiendo. Y sólo era el inicio del show.

Steve Vai Auditorio Mar de VigoTras este vibrante inicio llegaba el tributo a uno de los discos que marcó un antes y después en la historia de la guitarra eléctrica moderna, el Passion & Warfare. Y como el propio VAI anunciaba, lo interpretarían en el mismo orden del disco, algo que hizo de la experiencia algo todavía más maravilloso.
La primera vez que Steve interpretó los temas de este trabajo en directo fue en el año 1991 durante los actos previos a la Expo de Sevilla en el festival ‘Leyendas de la Guitarra’. Entonces apareció Brian May para presentarlo, diciendo aquello de “please welcome, the genius, the master of the space age guitar, Mr. Steve Vai” y también lo hizo en Vigo proyectado en la pantalla situada al fondo del escenario. Ese momento mágico daba paso al Heads Up! que abre Liberty, el primer corte del disco.

VAI tocó el tema sincronizado con la proyección de Leyendas de la Guitarra. Yo, que quemé el VHS de aquel concierto millones de veces, noté un estremecimiento en todo el cuerpo al recordar cómo por aquel entonces soñaba con poder ver algún día al genio Steve Vai en directo. Después, poderosa como siempre, llegaba ‘Erotic Nighmares’ con sus ya clásicos trucos whammy explotados durante todo el concierto. Con ‘The Animal’ la lengua se nos salía de la boca, al igual que con ‘Answers’. La grada gritó al ver en la pantalla a Satriani, al que VAI le mostró su agradecimiento, diciéndole que sin él, Passion & Warfare no hubiera existido.

Uno de los cortes que más ganas tenía de escuchar era ‘The Riddle’, ya que no lo había interpretado en ninguno de los conciertos a los que había asistido. Fue maravilloso. Un tema con pasajes de bonitos harmónicos y esa preciosa parte limpia. Después de ‘Ballerina 12/24’ y su Eventide, llegaba el ya clásico ‘For The Love Of God’, un fijo en el setlist de Vai, en esta ocasión flanqueada por la proyección de su videoclip en la pantalla. Qué decir de esta canción, siempre mágica de principio a fin.

Fotografias Steve Vai Auditorio Mar de Vigo 7

‘That sounds like noise Mr. Vai.’

Tras un descanso de algo más de diez minutos la banda volvía para retomar su concierto con The Audience Is Listening y nos ofrecía otra sorpresa. Aparecía en pantalla John Petrucci para realizar otro duelo con VAI, de nuevo momentazo. Y así se sucedieron los siguientes temas, I Would Love To, Blue Powder -una verdadera delicia en vivo, y encima con solazo de Byone-. Siguió la cañera Greasy Kid’s Stuff, que sonó increíble con la pegada de Colson y Byone.

Con Alien Water Kiss Steve exprimía su Jem y su whammy hasta la extenuación. Y llegaba el esperado Sisters, tema que únicamente le había escuchado en acústico y… WTF! Steve, ¿¿¿¡¡¡vas a usar la misma guitarra para Sisters después del maltrato a la que la has sometido!!!???. Así empezaba Sisters y efectivamente, la guitarra estaba fuera de tono, VAI agitó los brazos y dijo: “me encanta esta canción, pero no la voy a tocar desafinado”. El doctor Thomas Nordegg acudía al rescate y ahora sí, Sisters sonó de vicio. Y para acabar Love Secrets el tema más bizarro y friki del disco. Tenía que tocarlo.

‘His name is Steve Vai and he’s a crazy guy’

El concierto estaba llegando a su final y como regalo final aparecía Frank Zappa en pantalla para unirse a la banda y tocar Stevie’s Spanking mientras se proyectaba el vídeo de la actuación de Zappa en el 81. Épico. Sobre todo porque VAI, recordando uno de los momentos más especiales de su carrera, no paraba de mirar a la pantalla para observar a su amigo y mentor, Frank Zappa.

Con Build Me a Song llegaba el regalo para los fans habitual en las últimas giras de VAI. En ella Steve invita a tres fans del público a subir y “componer” una canción en directo. Para «acabar» el concierto caía Racing the World, otro tema del disco The Story of Light. Tras los aplausos y la solicitud de la grada reclamando más, VAI y su banda volvieron a salir para interpretar la parte final del Fire Garden Suite, Taurus Bulba. Un broche de oro para un concierto inolvidable e irrepetible.

¡¡Gracias Mr. VAI!!





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