La música en directo es, junto a otras disciplinas artísticas, una parte esencial de la cultura y el entretenimiento a nivel mundial. Sin embargo, el sector se encuentra en un momento no cuanto menos extraño, enfrentando desafíos que amenazan su sostenibilidad y accesibilidad. En el centro de esta encrucijada se encuentra el monopolio de Live Nation Entertainment, empresa formada por Live Nation y Ticketmaster y que ha monopolizado el sector de la venta de entradas.

Live Nation pagó 400 millones de dólares por las acciones de Ticketmaster en 2010.

Hace poco menos de un año el Senado de Estados Unidos inició una investigación tras la caótica venta de entradas de la gira Eras Tour de Taylor S. de 2022. En el senado se cargó directamente contra Joe Berchtold –presidente y director financiero de Live Nation– por la estructura de tarifas de Live Nation y su incapacidad para controlar el precio de las entradas, la reventa y los bots que compran entradas al por mayor para revender a precios exageradamente hinchados. Desde ese momento, tanto competidores como músicos y promotores, han solicitado al Senado la vuelta atrás den la fusión de ambas empresas.

Esto está generando repercusiones nefastas para fans, artistas y la industria musical en general. De hecho, cuando únciamente se rumoreaba la fusión de ambas empresas, el propio Bruce Springsteen en un comunicado afirmó que «no podría haber nada más perjudicial para el fan, porque volveríamos a una situación cercana al monopolio en la venta de entradas de música«.

«No hay transparencia cuando nadie sabe quién fija las tarifas«, Amy Klobuchar (Senadora demócrata)

El impacto del monopolio de Live Nation

metallicaLive Nation posee Ticketmaster, la principal plataforma de venta de entradas del mundo, con más del 80% del mercado de venta de entradas a nivel mundial. La empresa, organiza además una gran cantidad de conciertos y festivales, controlando de este modo también la mayoría de los grandes estadios y recintos para eventos multitudinarios. Esta situación limita la competencia y las opciones para los consumidores, artistas y promotores independientes. Las principales problemáticas que afrontamos son:

  • Precios abusivos y desorbitados: Los fans se ven obligados a pagar precios inflados por las entradas, lo que limita el acceso a la música en vivo y afecta negativamente a la experiencia del público.
  • Reventa descontrolada: La empresa también ha sido acusada de fomentar la reventa de entradas a precios exorbitantes, incluso con la complicidad de bandas como Metallica (Un secreto a voces) Esto crea un mercado secundario que roza la ilegalidad donde las entradas se venden por encima de su valor original, lo que perjudica a los fans que no pueden pagar unos precios de por sí ya inflados.
  • Barreras para artistas emergentes: Las bandas y artistas menos conocidos tienen dificultades para competir en un mercado dominado por Live Nation, lo que limita sus oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional.
  • Asfixia de las pequeñas salas: Las salas de conciertos independientes, espacios vitales para la diversidad musical y la cultura local, se ven amenazadas por las prácticas monopolísticas de Live Nation.
  • Falta de competencia: La posición dominante de Live Nation en el mercado limita la competencia y reduce las opciones para los consumidores. Carecemos de un mercado competitivo en la venta de entradas lo cual limita la innovación y la búsqueda de alternativas más justas y eficientes.
  • Falta de transparencia:Live Nation ha sido criticada por su falta de transparencia en cuanto a sus precios y prácticas comerciales. Esto dificulta que los fans puedan tomar decisiones informadas sobre la compra de entradas.

El monopolio de Live Nation también ha tenido un impacto negativo en la industria musical en todo el mundo. Los artistas independientes tienen menos oportunidades de actuar en grandes eventos y los promotores locales se ven desplazados por la empresa.

En respuesta a estas quejas, Live Nation ha sido objeto de varias investigaciones antimonopolio por parte de las autoridades de Estados Unidos y Europa. En 2023, el Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó a la empresa por prácticas anticompetitivas. Pero el problema sigue ahí.

El Monopolio de Live NationEl lado oscuro: Las raíces del problema

Las sombras del monopolio se extienden sobre la música en directo, con Live Nation Entertainment como protagonista. La falta de una regulación efectiva permite que la empresa abuse de su posición dominante, imponiendo tarifas desorbitadas sin control alguno. Los precios inflados así como la opacidad en la estructura de precios y los gastos de gestión desorbitados generan desconfianza y frustración entre los consumidores.

Esta concentración de poder en manos de una sola empresa nos perjudica notablemente a todos y limita la diversidad de opciones, reduce la capacidad de negociación de los demás actores del sector y amenaza la supervivencia de las pequeñas salas de conciertos y las bandas emergentes.

Live Nation exige exclusividad a artistas y recintos, lo cual reduce la diversidad de eventos y artistas disponibles, limita las oportunidades para las bandas emergentes y aumenta los precios de las entradas.

El monopolio de Live Nation es un cáncer para la música, reduce la diversidad musical, concentra el poder en la industria en una sola empresa, priorizando beneficios sobre la cultura y la autenticidad.

El concierto de Madonna y Bruno mars en España como ejemplos

Como destacan desde El Blog Salmón con la visita de Madonna a Barcelona en el marco de su ‘The Celebration Tour’ estos avispados empresarios han desarrollado una estrategia basada en fijar precios más altos de lo normal que ha sido definida por parte de abogados y expertos en derechos de consumidores, como anomalía legal, engaño y mala praxis jurídica.

«Ha surgido el denominado suplemento Platinum, que llega a duplicar el precio de las entradas. Los usuarios pueden permanecer durante horas haciendo cola virtual en la web de venta de entradas, pero cuando logran acceder se dan cuenta de que ya no quedan localidades y que las únicas que existen son éstas con la denominada etiqueta extra. Además, se extienden por cualquier zona del lugar del concierto, independientemente del sector y de las características» – informan desde El Blog Salmón.

Los precios del concierto de Madonna en España se inflaron considerablemente, una entrada estándar de los 40 a los 300 euros, siendo para los paquetes VIPs de hasta 900 euros. Por su parte, los gastos de gestión oscilaron entre los 5,50 y los 120 euros.

En el año 2016 la asociación Facua denunció a Ticketmaster por revender entradas para Bruno Mars en su web al triple del precio original. En esa ocasión Ticketmaster revendía entradas para los conciertos del cantante Bruno Mars en Madrid y Barcelona a través de Seatwave, una web de reventa de entradas entre particulares que pertenece curiosamente al mismo grupo de empresas.

Según denunció Facua, la plataforma puso a la venta las entradas y a la vez avisó de que estaban agotadas, pero de inmediato desplegó un nuevo menú en el que esos mismos pases vuelven a estar disponibles, «a precios disparados«. Según Facua, todo ello sin que el usuario tenga que salir de la propia web de Ticketmaster.

¿Es el momento de actuar y construir un futuro más justo?

Todos los actores tenemos que exigir una mayor regulación. Es necesario presionar a las autoridades para que implementen normativas que limiten los gastos de gestión, que fomenten la transparencia y que promuevan la competencia en el mercado.

Apoyar y fomentar alternativas. Buscar y promover plataformas de venta de entradas independientes que ofrezcan opciones más justas y transparentes.

Fortalecer la unión entre fans, artistas, promotores y otros actores del sector para crear un frente común en defensa de la música en directo.

Solo con la acción conjunta de fans, artistas, promotores y autoridades podremos construir un ecosistema musical más justo, diverso y sostenible.

Es clave también la sensibilización pública a traves de las redes sociales. El uso de las redes sociales y otras herramientas ayudará a generar conciencia sobre los efectos negativos del monopolio de Live Nation / Ticketmaster.

Unámonos en esta llamada a la acción, juntos podemos construir un futuro más sostenible y equitativo para la música en vivo. Un futuro donde los fans tengan acceso a precios razonables, las bandas emergentes tengan oportunidades para crecer, las pequeñas salas de conciertos sean valoradas. La competencia sana impulsará la innovación y el crecimiento del sector.

 





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