Media banda, la parte estándar de la banda, es la habitual de Bonamassa en estos últimos años. donde podemos destacar al bajista Michael Rhodes (que ha tocado con medio planeta y tiene en su haber la friolera cantidad de unas 200 intervenciones en discos de grandes figuras americanas) o el ya habitual batería Anton Fig, un fuera de serie y garantía de sonido medido y perfecto, pasando por una auténtica big band (detallo abajo los créditos del bluray), donde destaca en especial el organista pianista (usando un Hammond), Reese Wynans.

Sobre el marco incomparable donde se desarrolla este concierto sólo decir que te subyuga… es un anfiteatro de estructura perfecta, creado por la propia naturaleza (obviamente luego adaptado a un uso lúdico) y a una gran altitud. El aire que respiras, y que te acaricia, es casi onírico, mágico (yo tuve el placer de poder visitar ese lugar y te emociona solo con pisarlo). La acústica es increíble, y las rocas rojas naturales consiguen matizar esa sensación de lugar irreal, de lugar único.

El concierto se puede dividir en dos partes, la primera, y principal, es la referida al homenaje sonoro que nos ocupa, pues todo el concierto se centra en los grandes clásicos de blues, rock and blues y en concreto a versiones de Howlin´ Wolf y Muddy Waters, sin olvidarnos de Willie Dixon y compañía, pues son varios y destacables los temas.

Estas revisiones son magistralmente conducidas por la sección rítmica –la propia de Joe Bonamassa– con un batería inconmensurable, dominante, elegante y preciso. Pero, también, con una bajista sobrado, técnicamente impresionante, con un nivel rítmico fuera de lo común y un peso sonoro excelso.

Desde el primer minuto te arrancan una sonrisa y la calidad visual es fastuosa así da gusto, cuando se nota la diferencia entre un bluray y todo lo demás).

El piano/teclado es sorprendente, dinámico y divertido, acompaña, se mete como protagonista y se luce en los momentos adecuados, pues esta es una de las características de esta banda… la medida y la oportunidad.

Todo huele a alto nivel. La sección de viento es perfecta, tanto en sonido como en los momentos escogidos para destacar. El guitarra de acompañamiento es muy bueno, aunque tapado por su función de rítmico y de refuerzo de Joe Bonamassa (que no es poco), con lo que es el músico que menos vamos a notar.

Evidentemente, Joe Bonamassa se sale. Está a un nivel increíble (y cada año está mejor). Es un líder nato, domina el escenario, tiene presencia, tiene lenguaje y vocabulario amplio, sobrado. Su voz es característica y la ha convertido en el nuevo referente del blues, blues-rock (bueno, no tan nuevo, pues lleva mas de 10 años siendo el faro que guía el género).

A nivel guitarra poco podemos decir que no hayamos repetido hasta la saciedad y que sólo vais a poder comprender cuando escuchéis un disco o veáis un concierto de este músico, tanto como Joe Bonamassa como en alguno de sus múltiples proyectos paralelos (Black Country Communion, Beth Hart, etc…). Destacando su costumbre de cambiar continuamente de guitarras para explorar y mostrar los muchos sonidos y capas sonoras que se pueden generar con este rico instrumento. Quizá me ha llamado la atención el profuso uso que hace de ejemplares de Fender, pues lo más habitual es verlo con mucha variedad de Gibson. Está claro que estas versiones piden instrumentos de esa marca, pues fue así como nacieron muchos de estos clásicos.

La segunda parte del concierto es casi una mini sorpresa muy muy agradable y que hace que desees una hora más de concierto… Esta segunda parte son los bises del concierto, donde sale con su banda reducida, se limita a sus habituales actuales de directo, prescindiendo de la sección de viento.

En esta segunda parte de bises se limita a tocar temas propios y nos regala un conciertazo adicional.

Me ha gustado mucho esta separación de lo que ha sido el concierto principal. Quizá para evitar confusiones de cual era el objeto de este evento o incluso por respeto a los grandes clásicos del blues, evitando mezclar sus temas con ellos (aunque nivel no le falta y algunos ya se pueden considerar neo-clásicos del blues). Este detalle de respeto por lo tradicional lo hace aun más grande, evitando que alguien lo pueda tachar de oportunista o incluso de osado… todo un caballero, capaz de sacarse el sombrero ante lo sagrado y luego regalarte su pequeña (grande) aportación.

Sólo puedo decir que todo, absolutamente todo en este concierto es del más alto nivel posible. Desde la imagen de alta definición (de verdad), hasta la selección y ejecución de los temas. No se le puede criticar nada de nada. Y es muy recomendable introducirse en el mundo de Bonamassa a través de un vídeo como este.

En los tiempos que corren, donde todo el mundo se aproxima por lo visual a cualquier cosa, este vídeo es un buen ejemplo del nivel que se puede disfrutar y que te puede abrir las puertas a un género que se está re-descubriendo.

Un rotundo 10.

 

Créditos del bluray… de donde podéis investigar nombres y carreras.





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