Megadeth ha estado grabando su próximo álbum de estudio en Nashville junto con los nuevos miembros de la banda, el batería Chris Adler y el guitarrista Kiko Loureiro. Dave Mustaine habla sobre el sonido del nuevo material de Megadeth y sobre el nuevo guitarrista de la banda, en una entrevista a Guitar World que María del Carmen Tajuelo ha transcrito para Guitar Calavera.

«Creo que le va a gustar a mucha gente porque la música vuelve a ser agresiva», asegura Dave Mustaine acerca del sonido que los reestructurados Megadeth han estado grabando en Nashville para el que será el 15° álbum de estudio de la banda.

De hecho, los fans de toda la vida a los que les gustan las leyendas del trash van a estar encantados de volver a algo más duro, especialmente después del Super Collider de 2013, con el que muchos sintieron un cambio más pronunciado hacia la corriente hard rock. Y no solo eso, pues los fans seguramente se alegrarán de saber que van a escuchar algo nuevo de la banda, dada la reciente agitación vivida en el seno de Megadeth.

El público metalero ha estado siguiendo la historia muy de cerca: en noviembre de 2014, el batería Shawn Drove y el guitarrista Chris Broderick dejaron Megadeth de manera precipitada y se unieron a Matt Bachand, bajista de Shadows Fall, para formar un nuevo grupo, Act of Defiance. En el periodo que siguió a esos anuncios, Mustaine y David Ellefson no indicaron quiénes podrían ocupar sus puestos, solo comunicaron que la banda continuaría.

davemustainekikobesttweetFinalmente, se confirmó que Chris Adler de Lamb of God pasaría a ocupar la batería para las nuevas sesiones de grabación, pero para una banda como Megadeth, que siempre ha tenido músicos de primera como Chris Poland y Marty Friedman -el cual rechazó a principios de año las ofertas de volver a unirse al grupo junto con el batería Nick Menza, compañero de la época de los noventa-, la incógnita más importante quedaba todavía sin resolver: ¿quién ocuparía el puesto de guitarrista que Broderick había dejado libre?

La respuesta, como era de suponer, no se la esperaba nadie: Kiko Loureiro, guitarrista de Angra. Si bien ha pasado desapercibido durante este tiempo, este guitarrista posee un radiante estilo y una técnica deslumbrante que parece ser que encaja a la perfección con la banda, pero en lo que atañe personalmente a Mustaine, las cualidades de Loureiro van más allá de sus habilidades con las seis cuerdas.

Mustaine ha dicho del brasileño de 42 años que «es el mejor guitarrista que hayamos tenido», pero también ha comentado algo igual de importante, y es que han congeniado en personalidad y carácter. Mustaine ha admitido: «Chris y yo teníamos una buena química, pero realmente no éramos tan amigos como me hubiera gustado que fuéramos. En cambio con Kiko, siento como si lo conociera desde hace años».

En cuanto a cómo se va a desarrollar la nueva música, Mustaine dice que ha estado trabajando con un gran abanico de ideas. «He reunido material de cosas que he ido descartando a lo largo de los años en casetes, microcasetes, incluso volviendo a los disquetes», comenta. «Lo he metido todo en un disco duro y se ha convertido en más de 200 ideas de canciones y riffs. Lo cual es un número bastante abrumador. De ahí hemos sacado 13 canciones».

Mustaine informa que los títulos elegidos para las canciones del disco incluyen “The Emperor Has No Clothes”, “Tyranocide” y “Poisonous Shadows”. También comenta sobre la última canción: «Kiko toca algo de piano, y hemos conseguido que el padre de Dann Huff -antiguo productor de Megadeth-, nos hiciera algunas orquestaciones en ella. Es una canción muy dramática».

También confirma que, sobre todo, «no hay nada demasiado fuera de lo normal en el disco. Creo que probablemente lo que más llame la atención es cómo mi colaboración con la Orquesta Sinfónica de San Diego en abril de 2014 ha influido en mi trabajo con la guitarra. Aprendí sobre Vivaldi y Bach y todo eso, por lo que hay ciertos elementos en el álbum donde se puede decir que me dejaron huella».

Pero añade lo siguiente: «No hay nada como “Blackest Crow”, de Super Collider, y líricamente, nada como las canciones de Risk (1999), que hablan sobre el éxtasis o la miseria o cosas por el estilo. Sin duda, esas canciones son muy oscuras, pero ¿hay algo que no esperabas? Depende de lo que esperes. De todos modos, ser previsiblemente imprevisible, todavía es seguir siendo previsible».





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